Nunca he querido estudiar a fondo los mecanismos de las Bolsas en España. Siempre he tenido la impresión de que los inversores en bolsa eran unos aprovechados. Si, unos aprovechados que por su situación laboral y/o social les llegaban noticias (no publicadas) que los demás no teníamos, y que las utilizaban para comprar o vender según los casos.

Cuando Alierta (Presidente actual de Telefónica) era el Presidente de Tabacalera, y por tanto era conocedor de los tratos con la tabaquera francesa para la venta de sus acciones, hizo que un sobrino suyo (un testaferro) comprase una cantidad importante de acciones de Tabacalera. Como a los pocos días estas acciones subieron mucho su precio, el negocio para AlIerta fue redondo. Esto se ha publicado en infinidad de periódicos y en diversas ocasiones. Pero no ha pasado nada, ni multa ni cárcel, todo lo contrario, Alierta es uno de los hombres más respetados por todos.

Otro tema por el que no me gusta la Bolsa es el de las Auditorías. Toda empresa que cotiza en Bolsa está obligada a la transparencia dando todo tipo de datos a la CMNV a través de las Auditorías. Pero ocurre que el mercado de las Auditoras es muy competitivo, y para mantener a un cliente muchas de ellas son capaces de todo. En las grandes empresas que cotizan en el Ibex-35, el que elige a la empresa auditora es el auditado, por tanto poco caso podemos hacer de los resultados de las auditorías. Casos como los de Gescartera, Afinsa, Bankia, etc.. tuvieron que necesitar la colaboración de las empresas auditoras para conseguir estafar a muchísimos inversores. Y no tuvieron ningún problema en la colaboración.

En España hay 373 empresas auditoras, de las que cuatro de  ellas destacan de forma importante, son: Deloitte, PxC, Ernst&Young y KPMG. Todas ellas están o han estado implicadas en asuntos turbios. Pero además, de las 373 empresas, hay muchas de un solo cliente. Es decir, una empresa que necesita ser auditada por un amigo, crea una empresa nueva de auditoría hecha a su medida. Y nadie dice nada. Y unos cuantos conocen bien la situación.

Cuando un Banco, el que sea, hace publicidad acerca de una inversión, sea la salida a bolsa de una ampliación de capital de alguna empresa, sea por la compra de bonos de cualquier tipo, siempre he desconfiado. La Banca es el mayor inversionista en la bolsa y con mucha diferencia. ¿Alguien puede creer que la banca dejará este negocio para que se beneficien sus clientes en vez de beneficiarse ella primero?. El turbio asunto de las “preferentes” es una muestra de la falta de pudor de la banca. La salida a bolsa de la ampliación de capital de Bankia, una auténtica estafa, y con la bendición de la empresa auditora.

Todavía tengo otro motivo para desconfiar de la bolsa. Se trata de que todos los asuntos financieros de alguna importancia se estudian y se deciden en Madrid. Y allí lo que realmente existe es una auténtica oligarquía económica y financiera, en donde todos están implicados, también los políticos de turno. Entre ellos se conocen, se intercambian información, sea en el despacho o en el palco del Bernabeu, conocen todos los detalles de cada asunto (es su profesión), y son los que deciden quién va a estafar a quién.

También el poder judicial debe estar metido en todo el embrollo, de lo contrario que alguien me aclare lo de la doctrina Botin, creada especialmente para este Superman de las finanzas, o el cómo consiguieron los “Albertos” burlar a la cárcel después de ser condenados en primera instancia.

El secreto para invertir en bolsa no es el mayor o menor conocimiento técnico del funcionamiento de la bolsa y de los valores, el secreto está en conseguir entrar en este mundo de la oligarquía madrileña, por la que no siento ninguna pasión, y en consecuencia nunca he intervenido en la bolsa.