EL PRECIO DE LAS CATEDRALES
Desde Tromson (con su catedral del Artico) hasta Roma (la catedral de Roma es San Juan de Letran), habré visitado unas cuarenta catedrales. De casi todas ellas guardo un buen recuerdo. Su arquitectura, su historia y sus momentos de paz en plena vorágine turística, hacen que ellas sean gratas a mis ojos y a mi intelecto. Si encima estás un poco más cerca de Dios, pues mejor.
Tal vez la de Reims merezca un apartado, tanto por su sobrecogedora estampa (es enorme), como por su historia, pues allí es donde eran coronados los Reyes de Francia.