En estos momentos pueden ocurrir mil cosas distintas, pero permítanme inventarme una que, bajo mi punto de vista, podría ser la más probable.

El principal reto que tiene Rajoy es, en estos momentos, Cataluña, una vez que parece encauzada la vía de la economía. Rajoy se juega con Cataluña el ser o no ser. En consecuencia, no permitirá que los catalanes vayamos a las urnas el 9-11. Si esto es así, Mas deberá plantear unas elecciones plebiscitarias y si las gana deberá hacer una declaración unilateral de independencia.

Hace pocas semanas los miembros del Consejo Empresarial para la Competitividad , le han vuelto a recordar a Rajoy que su reto es Cataluña. Si hace meses este mismo Consejo relativizó las consecuencias económicas del desafío catalán, al considerar que la meta de Mas era un imposible, hoy temen un desenlace muy distinto, que provocaría que las primas de riesgo se volvieran a disparar elevando el coste de la deuda Pública.

La presión ejercida por los empresarios, junto con algunas de las reformas de regeneración democrática anunciadas por el Gobierno y que requieren la revisión de la actual Constitución, le ha inducido a Rajoy a salir de su habitual inmovilismo y empezar a plantear el después del 9-11

Rajoy tiene que dejar claro para todo el País, que quien manda es él, y no la Generalitat. Y una vez deje bien claro este punto, se dispondrá a abrir  la ponencia parlamentaria que estudie la reforma de la Constitución. En este punto, contará con el apoyo de Pedro Sánchez y de todo el PSOE.

Ya ha habido una entrevista entre Sánchez y Mas en el Palau. En ella Sánchez ha vuelto a rechazar la consulta, y a apoyar la reforma constitucional que convertiría nuestro País en una federación.

La reforma constitucional podría ser la salida de este embrollo, y esta reforma no solo se realizaría para el encaje de Cataluña, sino para muchos otros asuntos, como el del Senado, o la nueva ley electoral, etc…

Esperemos que el sentido común de todos, pero en especial del PP, que es el que tiene de momento el poder, resuelva el reconocimiento de la singularidad de Cataluña.