Angela Merkel nació en Hamburgo en 1954, Presidenta del partido Unión Demócrata Cristiano  desde 2000, y Canciller de la República Federal Alemana desde 2005. Es la primera mujer, desde que se creó el Estado Alemán en 1870, y también la primera persona originaria de la extinta República Democrática Alemana que asume la jefatura del Gobierno Federal.

Hija de un pastor luterano, vivió desde que tenía pocos meses en la RDA (comunista), y no solo no fue disidente, sino militante de la Juventud alemana comunista. Fue estudiante de Física en la Universidad de Leipzig, en la que se doctoró en 1986. En 1977 se casó con el físico Ulrich Merkel, de quien se divorció en 1982, y de quien toma su apellido actual, que no solo mantuvo tras el divorcio, sino también tras haberse casado en segundas nupcias en 1998 con Joachim Sauer, Catedrático de Química en Berlín. Angela no tiene hijos.

A la caída del muro de Berlín, Angela decidió entrar en la política, realizando una meteórica carrera de la mano del Canciller Helmut Kohl, quien la llamaba “mi chica”. Fue ministra de Juventud y Familia y del Medio Ambiente. En esta situación se descubrió que el partido de Kohl había estado subvencionado de forma ilegal. Esto motivó su total alejamiento de la política y el rechazo del resto de la clase política y del pueblo, y ello a pesar de que Kohl fue el gran forjador de la moderna economía del País, y el que consiguió la reunificación alemana (gran ejemplo de lo que tendríamos que hacer en España).

Merkel se aprovechó de la retirada de Khol y fue nombrada Secretaria General en 1998 y Presidenta del Partido en 2000. Está claro que en Merkel su ambición política prevaleció sobre el respeto que profesaba a su mentor. En el 2005 ganó la elecciones y fue nombrada Canciller.

En junio del 2007, al final de su periodo en la Presidencia de la UE, se consiguió aprobar el acuerdo que dio origen al Tratado europeo de Lisboa que reemplazó a la fallida Constitución europea. En la ceremonia de la firma del Tratado se reconoció que sin la intervención de Merkel no se hubiera podido llegar a la firma. Por su contribución a este proceso, Merkel recibió el premio Carlomagno al europeismo en su edición de 2008. Premio otorgado por el Ayuntamiento de Aquisgran.

En el presente año de 2014, se la considera la mujer más poderosa e influyente del mundo, con el número uno del ranking internacional.